La casilla de Juan Ramos esta pasando por uno de los peores momentos de su historia o por lo menos de la mía, por si fuera poco el problema de la suciedad que cada vez mas se acumula dentro, ahora con las lluvias y el abandono se ha caído el muro de la entrada. Podríamos ponernos melancólicos y recordar los buenos momentos que hemos pasado allí y las veces que nos ha servido de abrigo para esos días tanto de calor como de frió que algunas veces se dan en el Torcal. Pronto nos organizaremos para ir a remendar este entuerto.
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